Volviendo al ruedo, después de mucho tiempo, me di cuenta que si cuento con lectores a pesar de todo, trataré de no embarrarla de ahora en adelante, aquí les va el primer post.
Desde hace días he estado analizando o mejor dicho descubriendo la fotografía debajo del agua, tratando de aprender cuanto puedo y desglosar todos los elementos de una buena toma subacuatica.
Hace un rato descubrí a Zena Holloway, fotógrafa y directora.
Mucha agua, mucha luz y un visión de la realidad debajo del agua, dan el toque más alla de creativo, artístico, a la imagén que tiene todos los elementos de un mundo de fantasía donde la gravedad no contiene a nadie.
Los colores son simplemente brillantes, y en ciertos trabajos de la artista evolucionan más allá de lo posible, eliminando el color acuatico y dejando solamente la versatilidad del movimiento en el líquido, que se pueden confundir con una foto en la superficie, con propiedades físicas únicas.
Desde hace días he estado analizando o mejor dicho descubriendo la fotografía debajo del agua, tratando de aprender cuanto puedo y desglosar todos los elementos de una buena toma subacuatica.
Hace un rato descubrí a Zena Holloway, fotógrafa y directora.
Mucha agua, mucha luz y un visión de la realidad debajo del agua, dan el toque más alla de creativo, artístico, a la imagén que tiene todos los elementos de un mundo de fantasía donde la gravedad no contiene a nadie.
Los colores son simplemente brillantes, y en ciertos trabajos de la artista evolucionan más allá de lo posible, eliminando el color acuatico y dejando solamente la versatilidad del movimiento en el líquido, que se pueden confundir con una foto en la superficie, con propiedades físicas únicas.


